Simplificar el pantano, Muestra indiividual realizada en Espacio Pla, 2016

 

Nuestro cerebro fabrica errores, constantemente

Texto curatorial por Tomas Rawski

 

El cerebro, nuestro núcleo, no tiene movimiento. Administra todo, siempre alerta a cómo respondan sus impulsos eléctricos, intenta salir de lo rígido mediante la evolución en sus conexiones.

Esta evolución está modelada por nuestras experiencias, paisajes que observamos y por actos de las personas que nos rodean. ¿Cuánto evolucionó la forma de pensar desde la aparición del homo sapiens?

Cada paso, cada mirada que realizamos, cada sensación, crea pensamientos que podrían ser una constante producción de errores y correcciones. ¿Realmente podemos corregirlos? Y si pudiéramos ¿Cuánto nos preocupamos por hacerlo?

Forzamos nuestro cerebro a decodificar las imágenes, a encontrar elementos que nos sean familiares.¿Hasta que punto es posible escapar, correr, mover, corregir, tapar, cerrar, desenfocar, gritar, dar vuelta o cambiar ?

Vemos un pantano, la vegetación nos satura, sentimos la humedad en el cuerpo y olemos el agua estancada. Al transitarlo quizás intentemos taparnos la nariz, caminar encorvados y achinar los ojos.

La obra de Mateo Amaral nos lleva a transitar por dentro las conexiones neuronales. Los errores del cerebro, nuestra realidad, miedos que acomodamos para sentirnos seguros. Una reacción química que ocurre en el cerebro y podemos verla a flor de piel, cruda y con una sonoridad que nos marca el tempo.

¿Quienes verán los errores como evolución?

¿Quienes los verán con miedo ?

 

MATEO AMARAL